Ciclo Menstrual y Libido: Energía y Sensualidad

¿Alguna vez te has detenido a pensar en la profunda conexión entre tu ciclo menstrual, la luna y cómo estos influyen tanto en tu libido como en el placer que puedes experimentar?

Nuestras ancestras sentían un vínculo sagrado con la luna, un lazo que las conectaba profundamente con la tierra y con su esencia femenina. Este lazo no solo les permitía entender su ciclo menstrual como una fuente de poder y sabiduría, sino que también las guiaba en la celebración de su energía sexual y vital.

ciclo menstrual y deseo sexual

Sin embargo, en nuestra vida moderna, esta conexión ha quedado en el olvido, opacada por las exigencias diarias y una cultura que ha desviado nuestra atención hacia lo externo. Al desconectarnos de nuestro propio ritmo interno y del poder que reside en él, hemos perdido una parte fundamental de nuestra identidad femenina, una que ahora tenemos la oportunidad de redescubrir y reclamar.

Hoy, tenemos la oportunidad de redescubrir esa sabiduría antigua y explorar cómo las fluctuaciones hormonales, que se alinean con las fases lunares, no solo influyen en nuestra energía sexual y deseo, sino también en la manera en que nos conectamos con nuestra sensualidad. Cada fase del ciclo menstrual es una invitación a reconectar con nosotras mismas y celebrar nuestra sensualidad en toda su expresión.

La Evolución del ciclo menstrual en nuestra cultura

En tiempos antiguos, nuestro ciclo menstrual no era algo que se escondiera o se viviera en silencio; era celebrado como un símbolo de fertilidad, poder y conexión con lo divino. Nosotras éramos vistas como portadoras de un poder cíclico, capaces de crear vida, y el sangrado menstrual era un momento sagrado para la introspección y la renovación.

En muchas culturas, durante este tiempo, las mujeres se retiraban a «carpas rojas» o «casas lunares,» espacios donde se reunían para descansar, meditar y compartir su sabiduría. Era un momento de celebración y conexión, un reconocimiento del poder inherente en nuestro ciclo menstrual, un reflejo directo de las fases de la luna.

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Con el tiempo, estas prácticas llenas de significado se desvanecieron, y la menstruación se convirtió en un tema tabú, algo que se debía ocultar.

Sin embargo, al reconectar con estas tradiciones ancestrales, podemos empezar a ver nuestro ciclo menstrual como lo que verdaderamente es: una fuente de poder, sabiduría y energía, una fuerza que nutre nuestra libido y nos invita a redescubrir y abrazar nuestra sensualidad, viviendo en plena sintonía con el ritmo que nos ha acompañado desde siempre.

Ritmos Lunares: Tu Ciclo y Energía Sexual

Nuestro ciclo menstrual, al igual que el ciclo lunar, dura aproximadamente 28 días. En este ciclo natural, cada fase lunar se refleja en nuestras propias fases hormonales, creando un poderoso espejo de nuestra experiencia interna.

Al sintonizarnos con estas fases, podemos entender mejor las fluctuaciones energéticas, emocionales y sexuales que experimentamos, lo cual nos permite vivir en armonía con los ritmos de la naturaleza y con nuestra propia esencia cíclica.

Luna Nueva (Menstruación): Renovación y Reflexión

Cuando la luna nueva se oculta en el cielo, marca el inicio de un nuevo ciclo, y a menudo, también lo hace nuestra menstruación; este es un tiempo de introspección, de soltar lo viejo y abrirnos a lo nuevo.

Durante este período, nuestra energía sexual puede sentirse más baja, por lo que es un momento ideal para el descanso y la renovación. Sin embargo, también es una oportunidad poderosa para conectar con la energía sexual de una manera más introspectiva, implementando prácticas que nos inviten a sentir y aceptar nuestro cuerpo en su totalidad, sin juicios.

Luna Creciente (Fase Folicular): Expansión y Vitalidad

A medida que la luna crece, también lo hace nuestra energía; durante la fase folicular, nuestros niveles de estrógeno comienzan a aumentar, lo que despierta nuestra vitalidad y energía sexual.

Este es un momento de expansión, de abrirnos a nuevas posibilidades y de explorar nuestra sensualidad con curiosidad, lo que implica conocernos mejor, experimentar nuevas sensaciones y aceptar nuestra sensualidad sin juicios.

Además, esta fase es ideal para practicar ejercicios de respiración y movimientos conscientes que nos conecten con nuestra energía sexual y nos preparen para la siguiente fase del ciclo.

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Luna Llena (Ovulación): Plenitud y Conexión

Durante la luna llena, nuestra energía sexual alcanza su máximo esplendor durante la ovulación; la plenitud de esta fase se refleja en un mayor libido y deseo sexual.

Este es el momento para celebrar nuestra sensualidad en su totalidad, explorando cada aspecto de nuestra energía sexual con profundidad y consciencia. Además, técnicas tántricas, que combinan respiración y movimiento, pueden intensificar esta conexión, llevándonos a un nivel más profundo tanto con nosotras mismas como con nuestras parejas.

Luna Menguante (Fase Lútea): Intimidad y Calma

Mientras la luna comienza a menguar, nuestra energía también encuentra un ritmo más suave; en la fase lútea, la progesterona calma la mente y el cuerpo, suavizando nuestro libido. Aunque es natural sentir una disminución en la energía sexual, este es un momento perfecto para nutrir una intimidad más conectada emocionalmente. Además, prácticas como la meditación y el autotoque pueden ayudarnos a mantener una conexión delicada con la energía sexual, ofreciéndonos un espacio de calma y reflexión.

Fase del CicloDuración PromedioImpacto en la Libido
Menstruación3-7 díasLibido baja en el 60% de las mujeres
Fase Folicular7-10 díasAumento de la libido en el 70% de las mujeres
Ovulación12-16 díasLibido alta en el 80% de las mujeres
Fase Lútea11-17 díasLibido moderada a baja en el 50% de las mujeres

Hormonas en movimiento: cómo influyen en tu energía sexual

Las variaciones hormonales que ocurren a lo largo del ciclo menstrual influyen directamente en nuestra energía sexual, ya que estrógeno, progesterona y testosterona cambian en diferentes fases del ciclo, impactando cómo nos sentimos y nuestros deseos. Al comprender estos cambios, podemos sintonizarnos mejor con nuestras necesidades y deseos íntimos, adaptando así la vida sexual para que esté en armonía con el cuerpo.

Durante la fase folicular y la ovulación, el aumento de los niveles de estrógeno y testosterona genera un florecimiento en nuestra energía sexual, invitándonos a explorar, experimentar y abrazar el placer con una energía renovada. Este es el momento perfecto para sumergirnos en prácticas de conexión consciente con nuestro cuerpo, lo que nos permite descubrir nuevas dimensiones de nuestro deseo y sensualidad.

libido en el ciclo menstrual

Por otro lado, en la fase lútea y durante la menstruación, el aumento de progesterona y la disminución de estrógeno pueden hacer que nuestra energía se sienta más tranquila. Este es un momento ideal para explorar una intimidad más introspectiva y reconfortante.

Aunque la libido pueda estar más baja, podemos aprovechar este tiempo para redescubrir el placer de maneras suaves y emocionalmente conectadas, manteniendo viva la chispa de nuestra energía sexual a través de técnicas de autocuidado.

Autocuidado en cada etapa del ciclo menstrual

El autocuidado es una expresión profunda de amor hacia nosotras mismas, especialmente cuando buscamos reconectar con nuestra energía sexual.

En cada fase de nuestro ciclo menstrual, podemos incorporar rituales que nos ayuden a sentirnos más conectadas con nuestro cuerpo y nuestra energía sexual. Estas prácticas no solo alivian los síntomas físicos y emocionales, sino que también potencian nuestra capacidad para disfrutar y experimentar el placer en todas sus formas.

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Fase de Renovación (Menstruación)

En esta etapa de limpieza y renovación, nuestro cuerpo busca descanso, por lo que permitirnos un autocuidado introspectivo es clave. Un suave masaje con aceites como la lavanda alivia las molestias y nos reconecta con nuestro cuerpo, mientras que los baños de vapor vaginales con caléndula o manzanilla nos brindan calma y revitalizan nuestro útero. Además, la meditación, centrada en la respiración, ofrece un espacio de tranquilidad y aceptación, ayudándonos a abrazar esta fase con serenidad.

Fase de Vitalidad (Folicular)

Con el aumento de estrógeno, nuestra energía florece, haciendo de esta fase el momento perfecto para moverse con libertad. El yoga y la danza nos conectan con nuestra vitalidad creciente, y una alimentación basada en alimentos frescos y ligeros, como frutas, verduras y proteínas magras, refuerza esta sensación de expansión, proporcionando el combustible necesario para mantener nuestro cuerpo equilibrado y lleno de energía.

Explorar nuevas formas de placer en esta fase también nos permite descubrir diferentes aspectos de nuestra sensualidad, abriendo la puerta a una experiencia más rica y satisfactoria.

Fase de Plenitud (Ovulación)

Durante la ovulación, nuestra energía sexual alcanza su punto máximo, marcando un momento de plenitud donde nuestra vitalidad y confianza se encuentran en su apogeo. En esta fase, celebrar nuestra sensualidad se convierte en un acto natural y necesario.

Para realzar esta energía, podemos ritualizar este tiempo con un baño de sales minerales, como sales de Epsom o sal marina, que no solo relaja los músculos y desintoxica la piel, sino que también revitaliza nuestra energía interna. Añadir aceites esenciales, como el jazmín o el ylang-ylang, intensifica la experiencia, creando un espacio de autocuidado profundo que nos hace sentir radiantes y seguras.

Con esta confianza renovada, expresamos nuestros deseos y conectamos profundamente con quienes nos rodean, disfrutando de una experiencia plena y enriquecedora que nutre tanto el cuerpo como el espíritu.

Fase de Reflexión (Lútea)

A medida que la luna mengua, nuestra energía sexual se suaviza, volviéndose más sutil y enfocada en la conexión emocional. Este es un momento para prácticas que nutran el cuerpo y el espíritu de manera profunda y tranquila.

Los masajes con aceites relajantes, como lavanda o manzanilla, y los baños de vapor con romero ayudan a aliviar tensiones y equilibrar las hormonas, conectándonos con esta energía serena. La meditación en gratitud y amor propio nos permite procesar emociones y prepararnos para el siguiente ciclo con una renovada sensación de calma y equilibrio.

Es un tiempo para honrar nuestro cuerpo, escuchar sus necesidades, y permitirnos el descanso necesario para cerrar el ciclo en armonía.

Explorando el Placer en Cada Fase del Ciclo

Nuestro ciclo menstrual nos abre puertas a infinitas formas de explorar y disfrutar el placer, sin importar en qué fase nos encontremos. Al sintonizarnos con las respuestas de nuestro cuerpo en cada etapa, podemos vivir nuestra sexualidad de manera más consciente y plena, permitiéndonos un viaje íntimo hacia el autodescubrimiento.

Prácticas para Obtener Placer: El Autotoque

El autotoque, una poderosa herramienta de autocuidado, nos invita a explorar nuestro cuerpo y deseos de una manera íntima y consciente, ya que cada fase del ciclo trae consigo distintos niveles de sensibilidad y energía sexual, convirtiendo el autotoque en una práctica tan versátil como adaptable.

Durante la fase folicular y la ovulación, cuando nuestra energía sexual florece, el autotoque nos permite canalizar y disfrutar esa vitalidad expansiva, mientras que en la fase lútea y durante la menstruación, esta práctica se vuelve más suave y reconfortante, ofreciéndonos un espacio de conexión delicada con nuestra sensualidad, promoviendo un profundo autoconocimiento y placer.

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El Acto Sexual durante la Menstruación

Aunque rodeado de tabúes, el sexo durante la menstruación puede convertirse en un momento de intensa conexión y placer para muchas de nosotras, ya que durante estos días, la lubricación natural y las fluctuaciones hormonales pueden intensificar nuestras sensaciones, transformando el acto sexual en una experiencia profundamente satisfactoria.

Si nos sentimos cómodas, podemos disfrutar de una intimidad más cercana y libre de prejuicios, abrazando esta fase con una perspectiva renovada; sin embargo, lo más importante es escuchar nuestro cuerpo y permitirnos hacer lo que realmente nos haga sentir bien, reconociendo que el deseo y la comodidad son profundamente personales.

Abrazando nuestra energía sexual cíclica

El ciclo menstrual es una fuente de poder, sabiduría y energía que nos invita a redescubrir nuestra sexualidad de manera consciente y plena. Al sintonizarnos con las fases de la luna y comprender cómo nuestras hormonas influyen en nuestra energía sexual, podemos empezar a vivir nuestra sexualidad de una manera más auténtica, conectada y libre.

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«La verdad es, que No puedo amar ser una mujer, Mientras que odio mi período» Nikki Tajiri

Abrazar nuestro ciclo menstrual es también abrazar nuestra energía sexual, reconociendo que cada fase tiene su propio ritmo, su propia energía y su propio regalo. Ya sea en la plenitud de la ovulación o en la calma introspectiva de la menstruación, nuestra sexualidad es un viaje continuo de autodescubrimiento, placer y amor propio.

Al reconectar con nuestra esencia cíclica y aplicar prácticas de autocuidado, nos permitimos vivir en armonía con nuestro cuerpo, con la luna y con el poder de nuestro deseo.

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